Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
martes 9 de enero de 2024
martes 9 de enero de 2024

TRUMP – SUNAK – MILEI: ¿El Poder detrás del poder?

Muchas veces en la Historia, el verdadero poder no es el que los ciudadanos creen elegir, porque hay en la trastienda grandes intereses que manejan los hilos como "hábiles titiriteros" de un escenario ya sea regional o mundial, como está pasando desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días. Recientemente, el popular diario The Sunday Times de Londres ha expresado la tremenda similitud de las características del gobierno de Javier Milei con las que pregona Donald Trump y el primer Ministro británico Righi Shunak. En todos ellos se imponen recortes masivos; demoler servicios públicos, privatizar bienes públicos, despedir a sus empleados, eliminar las restricciones a las corporaciones oligárquicas, destruir regulaciones que protegen a los trabajadores, a las personas vulnerables, apoyar a los propietarios contra los inquilinos, criminalizar la protesta, restringir el derecho de huelga, etc.

Los planes políticos de los tres tienen un hilo conductor que los identifica: un autoritarismo proto-fascista. En el Reino Unido viene de parte de los conservadores de Margaret Thatcher implementando esa ideología. El programa intensivo tiene sorprendentes similitudes con el «mínimo» presupuesto de la Ministra Liz Truss que destruyó las expectativas de muchas personas pobres y también de clase media, exacerbando la opinión pública que le costó el cargo.

Así como el programa de Javier Milei estuvo fuertemente influenciado por los neoliberales argentinos, del menemismo-macrista, pertenecientes a una organización llamada Red Atlas, que coordina globalmente y que promueve en términos generales el mismo paquete político y económico en todos los lugares que opera. Esta «orga» fue fundada en 1981 por un ciudadano del Reino Unido, Antony Fisher, que a su vez fue el fundador del Instituto de Asuntos Económicos (IEA), uno de los primeros miembros de la Red Atlas. La IEA creó en un grado notable la plataforma política de Liz Truss, pero fracasó, con un gran costo político, y tuvo que renunciar. El año pasado, la IEA apareció en los medios británicos una media de 14 veces por día; casi de forma similar aparecía Milei en los medios argentinos. Nunca nadie se preguntó quién los financia o a quién representan. Los tres «funcionarios pares» nominados por Truss han trabajado con Organizaciones pertenecientes a Atlas Network (Matthew Elliot de los fondos buitres); TaxPayers Alliance, Ruyh Porter, IEA, y Policy Exchange, y John Moynihan.

Ahora que a la Suprema Corte de los EEUU se le han otorgado poderes vitalicios para moldear nuestras vidas, sin consentimiento democrático, estos grupos de presión corporativos moldean nuestra política exterior, que como lo ha admitido el mismo Rishi Sunak, «nos ayudó» a redactar las nuevas y viciosas leyes antiprotestas del Reino Unido (igual que las del protocolo Patricia Bullrich), que también Sunak, miembro del Atlas Network.

Tanto las políticas en sus esencias de Milei, Bolsonaro, Truss, Johnson, Sunak y Trump, todas son variaciones de los mismos temas, ideadas y perfeccionadas por think tanks que pertenecen a la misma red. Esos Presidentes y Primeros Ministros son solo las caras que representan al «programa». Muchos se niegan a revelar quiénes los financian, pero se ha descubierto que la propia Red Atlas y muchos de sus miembros han recibido dinero de redes de financiación creadas por los hermanos Ricardo y David Koch, multimillonarios de EEUU y junto a otros millonarios del petróleo, el carbón y otros intereses que desafían la vida por la contaminación del medio ambiente. O sea, estos funcionarios no son más que meros intermediarios, que van a la batalla política en nombre de sus donantes, en la guerra de clases libradas por los ricos contra los pobres. Cuando un gobierno responde con medidas antipopulares, está respondiendo a las demandas de «la Red», o sea responde al dinero que la financia.

Los «tanques» basura de dinero oscuro son un medio para disfrazar y acumular poder. Son el canal a través del cual los multimillonarios y las corporaciones influyen en la política sin mostrar sus manos, aprenden las políticas y tácticas por todo el mundo. Así es como las democracias nominales se convierten en nuevas aristocracias. También son expertos en «moldear» a la opinión pública, demonizando a sus oponentes mediante la cooptación de medios de prensa de todo el mundo, incluyendo nuestro país. La criminalización de la protesta callejera tiene su máximo exponente en la aplicación de seis meses de prisión al activista climático Stephen Gingell por marchar ¡lentamente! por una calle de Londres.

Otro exponente del grupo Atlas es Donald Trump que nunca ha desarrollado una plataforma propia coherente. Sus políticas han sido escritas para él, en un Mandato de Liderazgo de 900 páginas, elaborado por un grupo de «think tanks» liderado por la Heritage Foundation, que a su vez es miembro de Atlas Network. Muchas de las propuestas del mandato son francamente aterradoras. No tienen nada que ver con las demandas del pueblo, pero sí con las demandas del capital.

Cuando Friedrich von Hayek y otros de la escuela austriaca formularon los principios del neoliberalismo, creían que defendían al mundo de la tiranía. Pero a medida que llegaban grandes cantidades de dinero y se creaba una red internacional de «think tanks» neoliberales para desarrollar y articular sus demandas, el programa que supuestamente nos liberaría, se convirtió en una nueva fuente de opresión. Esto ya lo sufrimos primero en 1973 en Chile con Pinochet, luego en Argentina con Videla y Martínez de Hoz. Estos «tanques de adoctrinamiento» son como un virus que se introduce en el árbol de la vida pública de las sociedades, al cabo del cual se infiltran de tal manera, que cuando esas sociedades infiltradas se despiertan es demasiado tarde. En estos países se ha instalado en este siglo XXI el modelo libertario ultraliberal, políticamente autoritario, y económicamente entreguista.

¿Cuánto tiempo necesitará nuestra sociedad para crear los mecanismos de resistencia verdadera cuando lo que está en juego es el destino de la Nación?

 

 

  • No hay duda, con el poder comunicacional de mentimedios, redes, etc, mafiosos, y poderes judiciales corruptos, se maneja cualquier sociedad,con cada vez más ignorantes, menos educación, y menos estado.