Director: Claudio Gastaldi
Concordia
domingo 8 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Guillermo Luciano
miércoles 12 de junio de 2024
miércoles 12 de junio de 2024

¿Un Comitè de Cuenca o uno de nuevos curros?

Un general fue, algunos se la atribuyen a Napoleón, otros al general Perón. A los efectos de la presente reflexión da lo mismo. La sentencia dice: Si queres encarar la solución de un problema, nombra un responsable, pero si lo que queres es, por el contrario, que no se resuelva, crea una comisión. La historia viene a cuento porque repentinamente, actores que siempre han sido parte del problema, ahora pretenden que creamos que, agrupados en una comisión, serán parte de la solución. Y nada más lejano de nuestra voluntad que ofender a los vecinos de Colonia Avellaneda, desde donde surgió primeramente la idea, pero como la iniciativa nos involucra a los nacidos y criados en Gualeguaychú, porque nuestro amado río pasaría a estar ‘administrado’ por esta entidad a crearse, tenemos razones para estar más que preocupados.

UN POCO DE HSTORIA

Además de las consecuencias globales que el llamado Cambio Climático está provocando, el río que baña la ciudad homónima, ha sufrido tres severas intervenciones antrópicas que han agraviado sus condicione naturales.

La primera: los desmontes indiscriminados para someter su cuenca a la agricultura industrial. Nos explicamos: la cuenca del Gualeguaychú abarca 6.690 km2[i], aproximadamente un decimo del total del área de la provincia. En ella colecta el agua que deriva hacia el río Uruguay. Este escurrimiento, ancestralmente era amortiguado y el tránsito del agua ralentizado por la presencia en su valle, de espinales y bosque nativo, que fueron arrasados para plantar soja (hoy). De modo tal que el agua que se iba frenando en su tránsito, por esta masa vegetal, hoy circula a gran velocidad, sin nada que la detenga, provocando situaciones que se han agravado sobre las poblaciones que se han establecido en su valle de inundación, que se ven sorprendidas por esta razón no pudiendo resguardar a tiempo vidas y patrimonio afectado.  

El segundo son los vertidos derivados de la actividad humana, que tienen tres fuentes principales, los cloacales de la ciudad, que durante décadas iban crudos al río, aunque en la actualidad es la única de la cuenca que tiene una plantade tratamiento de residuos cloacales, hoy en readecuación, más recientemente los vertidos del Parque Industrial Gualeguaychú, que hasta hace poco eran volcados al Gualeguaychú, antes de la toma de agua para potabilizar de la ciudad. Vertidos que pasaban primero por una planta de tratamiento, que quedó chica, y que, en todo caso, como todas las plantas de tratamientos de ciudades, sedimenta los sólidos en suspensión y elimina las bacterias peligrosas. Pero no elimina la contaminación molecular producto de las substancias químicas, tóxicos y venenos varios usados habitualmente en los procesos industriales, algo tan o más peligroso que la contaminación bacteriológica. Además, las substancias probadamente cancerígenas, tóxicos y venenos, provenientes de los lixiviados de la agricultura industrial.

Y finalmente la construcción de un dique, sobre un humedal de 100 hectáreas, (Amarras), frente a la ciudad, que ahora rebota con inusitada fuerza, las aguas en tránsito recogidas en la cuenca sobre la misma ciudad.

El comité de cuenca reunirá actores que históricamente han sido partes del problema

En primer lugar, CARU -Comisión Administradora del Río Uruguay- Una entidad binacional que históricamente ha estado, y sigue estando, atravesada por los intereses de las plantas de celulosa radicadas en el territorio uruguayo, dos de ellas, UPM (ex BOTNIA), en Fray Bentos Y UPM II, en Tacuarembó (ROU), ambas diariamente utilizan 200 millones de litros de agua que extraen de la cuenca y devuelven a ella contaminada.  Sin que la Comisión Administradora haya intervenido jamás con medidas adecuadas para limitar este latrocinio. Intervención que además daría en forma, absurda, autoridad a los delegados uruguayos en la entidad, que históricamente han sido agentes oficiosos de estas plantas, jurisdicción sobre nuestro río Gualeguaychú. Al que siempre han intentado demonizar, acusándolo de ser el responsable del deterioro de las aguas de la cuenca, algo por lo menos ridículo.

Y finalmente a CORUFA -Consejo Regulador de Uso del Agua- que tal ha sido denunciado penalmente en reiteradas oportunidades, se ha especializado en habilitar proyectos que agreden gravemente el recurso agua. Como es el caso de la tasa que cobran a las extractoras de sílice, que la extraen pura de los acuíferos subterráneos y la devuelven contaminada a los superficiales contaminada, acuíferos de donde la toman los pobladores aledaños para beber. Y que estas empresas del saqueo minero pagan por decisión de CORUFA a razón de $ 15.- (quince pesos) el millón de litros, aunque Ud. no lo crea.

Y FINALMENTE EL ‘NEGOCIO’ (CURRO) DE LOS DRAGADOS Y LAS AUTORIZACIONES ‘ESPECIALES’ (SIC)

De hecho, ya están hablando del dragado del río Gualeguaychú, un ‘negocio’ que los desvela, porque siempre son inversiones millonarias en dólares que generan substanciosas comisiones. Además, que dragar el Gualeguaychú sería un disparate porque el fondo del río frente a la ciudad esta formado por rocas que habría que dinamitar, algo por lo menos risueño por el daño que produciría en todas las construcciones ribereñas y simultáneamente liberaría décadas de limos cloacales y químicos, hoy sedimentados, que pasarían a estar nuevamente en solución, con los peligros que esto implica.

Y POR ÚLTIMO ‘AMARRAS’ SIEMPRE INTENTANDO LEGALIZAR LO QUE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ORDENÓ DESMANTELAR.

Entre los promotores oficiales del ‘Comité de Cuenca’ advertimos la presencia del abogado Osvaldo Fernández, a quien vemos (y una vez más) pastando en los alfalfares del presupuesto del Estado, quien al ingresar como empleado de la Secretaría de Ambiente apareció como el autor de una insólita iniciativa: un “diálogo entre las partes” (RECONTRA SIC), o sea entre los dueños de Amarras, y el intendente de Gualeguaychú, Mauricio Davico, uno de los promotores de este malhadado proyecto. Iniciativa ilegal, inventada para ver como pueden lograr lo imposible Revertir el fallo de la SCJN que ordenó desarmar los terraplenes y devolver el lugar a sus condiciones previas. ‘Diálogo’ que inmediatamente de propuesto por Fernández, fue desactivado por la alevosa intención que pretendía esconder.