Usurpación VIP: la fábula del inversor inmobiliario Pablo Gadea y una anciana de 87 años para quedarse con un terreno de cientos de miles de dólares que pertenece al municipio

Usucapión es el proceso mediante el cual una persona adquiere la propiedad de un bien mueble o inmueble por haberlo poseído de manera continua, pacífica, pública y como propio durante un tiempo determinado establecido por la ley. En Argentina ese tiempo son 20 años. En resumen, es una forma de adquisición de la propiedad por el transcurso del tiempo y el ejercicio de la posesión continua.

Los prejuicios son ideas preconcebidas y generalizadas, que muchas veces llevan a cometer el error de estigmatizar a ciertos grupos sociales. Muchas veces, arraigados en esas ideas erróneas, entendemos que quienes delinquen son aquellos que están excluidos de la sociedad, aquellos que carecen de educación y de recursos económicos. Es así que, conforme a estas falsas premisas, la delincuencia por antonomasia estaría en los sectores marginados de la sociedad, mientras se suele ignorar o minimizar los delitos cometidos por aquellos en posiciones de poder y privilegio. Cuesta imaginar que aquellos apellidos que se lucen en imponentes carteles que adornan las construcciones de los grandes edificios de la ciudad puedan estar relacionados a  “okupas” o usurpadores de «poca calaña». Pero no todo lo que brilla es oro…

Desde hace años, la señora Clara Inés Merro, de unos 87 años de edad, anda detrás de unos terrenos emplazados en una zona exclusiva de la ciudad, delimitada al norte por calle Madre de Calasanz (una calle sin abrir), al este por calle La Rioja (también una arteria sin abrir en ese tramo de la ciudad), al sur por calle José Arévalo y al oeste por Hipólito Yrigoyen. Un ex zona de huertas, quintas y humedales, hoy habitada por dúplex, chalets, casonas y palacetes al mejor estilo la serie Dallas o Dinastía de los años ‘80.

Se trata de casi una manzana completa, cercana a la Avenida Eva Perón, al hipermercado Carrefour y a las agencias de autos oficiales de las marcas Chevrolet y Fiat, y hacia el lado contrario, para el río, con el  Regimiento y la escuela privada “La Jirafa Azul”, entre los puntos de referencia más reconocibles. 

La longeva señora planteó durante dos juicios que en 1961 habría comprado las fracciones de los terrenos que pretende usucapir por boleto privado de compraventa -extraviado- a la sucesión de Manuel Salgueiro, otorgándole desde entonces la posesión del inmueble. Lo cierto es que ante la Justicia, en dos juicios diferentes y ante dos jueces distintos del fuero Civil y Comercial de la ciudad, no pudo acreditar la posesión del inmueble.

Más allá de los fallos en contra, la insistente, emprendedora y previsora abuelita de apellido Merro, nacida un 24 de enero de 1937, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, presentó en septiembre de 2023, a través de su arquitecto Pablo Benjamín Gadea, la solicitud de Permiso de Uso de Suelo (Nº1600) para la construcción de un galpón multiuso de 295.55 m2, en el inmueble de Hipólito Yrigoyen Nº 2425 “con el objetivo de hacer una inversión de uso incierto y atento a las limitaciones que marca la Ley Provincial Nº9393 referido a la habilitación de grandes superficies comerciales y las restricciones referidas a la zonificación U/R5”.

A pesar de que esa zona de la ciudad está destinada a la actividad residencial y a locales comerciales, servicios varios y depósitos  de hasta una superficie de 30m2, el 5 de diciembre de 2023, el departamento de Obras Privadas de Desarrollo Urbano convalidó la propuesta del inversor Gadea, que había sido inicialmente presentada el 19 septiembre de 2023, haciendo mención a un reporte de Catastro  y no a un necesario informe que nunca presentó, y que -de haberlo hecho- hubiera dejado en claro que el municipio ya tenía la mensura inscripta y era el titular del inmueble, aunque la información no estuviera cargada en el sistema (vaya a saber por qué…).

De todas formas, se aclaraba que la aprobación para el “Uso de Suelo” no implicaba la autorización para el inicio de la obra, faltaba también el visado definitivo que fue pedido mediante nota personal al intendente Francisco Azcué el 13 de diciembre de 2023. El cual finalmente se otorgó el 15 de diciembre, 48 horas después, lo que terminó siendo el corolario de un “trámite exprés”, casi impensado sin la intervención de alguna “cuña política”, teniendo en cuenta que a Gadea le llevó 10 días (entre la convalidación y el visado) lo que a cualquier común le suele tardar -como mínimo- 4 meses.

La disputa escaló en enero de este año, el Instituto de Viviendas y Tierras Autárquico Municipal, realizó acciones y elevó quejas para que el desarrollador inmobiliario y arquitecto Pablo Benjamín Gadea frene el avance de obras en esta parcela de más de 4860.69 Mts2, ubicada en una zona de las más caras de Concordia, valuada entre 600 y 700 mil dólares, según distintas fuentes inmobiliarias consultadas por DIARIOJUNIO.

Pero antes de avanzar en el punto de la propiedad del inmueble de parte del Instituto, hay algo más… 

El 6 de diciembre de 2023, una semana antes de la segunda nota dirigida al intendente Azcué, el inversor inmobiliario Pablo Benjamín Gadea informó que le compró a la abuelita Clara Inés Merro -quien a pesar de los tres fallos en contra de la Justicia se seguía declarando poseedora desde el año 1961 del inmueble en cuestión-, los derechos y acciones posesorios, además de todos los derechos litigiosos, sobre la jugosa parcela de 4860.69 Mts2. 

El arquitecto y desarrollador inmobiliario Pablo Benjamín Gadea

“Cansada de perder”, la abuelita cerró el trato con el arquitecto por la suma de 36.700.000 pesos, a pagar en dos cuotas consecutivas e iguales de 18.350.000 pesos cada una. Es decir, un monto 20 veces menor al valor de mercado que tiene el terreno en disputa.

El terreno “okupado” o intrusado por Gadea es parte de una superficie mucho mayor , 14999.12 Mts2, las Manzanas 36 y 37 Norte y 02 Este, que equivale a un tercio de la propiedad total del INVyTAM. Y está comprendido en la manzana 36.

El loteo realizado por el INVyTAM: Gadea pretendería quedarse con todo lo que no está ocupado en la manzana inferior, enmarcada en calle Hipólito Yrigoyen, calle José Arévalo y las arterias todavía sin abrir Madre de Calasanz  y La Rioja.

El INVyTAM apropió dicho terreno por trámite de «Dominio Eminente» el 21 de julio del año 2023. Luego de conseguir certificados de Provincia, Municipio y Registro de Propiedad y asegurarse que no tenía propietarios. Se hizo la mensura, se inscribió en Catastro de la provincia a nombre del municipio y finalmente se hizo la escritura.

Ante el avance de obras, como un muro medianero y trabajos de limpieza de parte del desarrollador inmobiliario y  “okupa”, desde el INVyTAM se encendieron las alarmas y se pidió la urgente intervención a la subsecretaría de Obras Públicas, a la subsecretaría de Legal y Técnica y a la secretaría de Gobierno.  

A todo esto, el 15 de enero, el flamante “supuesto propietario” Gadea por medio de otra nota al intendente Azcué pidió cambiar el tipo de obra, desistir de construir el Galpón de Usos Múltiples que sí había sido habilitado en su momento -aquello era un proyecto de la abuelita Merro- para construir ahora una “vivienda unifamiliar para uso propio y de mi familia”, explicó. 

Ante los insistentes reclamos del INVyTAM -y lo dictaminado por la Subsecretaría de Gobierno- para “que se arbitren los medios necesarios para notificar a la señora María Inés Merro y al arquitecto Pablo Benjamín Gadea a fin de que cesen en forma inmediata en cualquiera acto que implique disposición y/o actividad alguna que importe el cambio de destino de los lotes de titularidad del INVyTAM, bajo apercibimiento de realizar las denuncias penales que correspondan”, finalmente el 16 de enero, el Departamento de Obras Privadas notificó a la abuelita y al “inversor okupa” para que detengan la obra de calle H. Yrigoyen Nº2425, entre Madre de Calasanz y José Arévalo.

Cuentan en los pasillos del municipio que el desarrollador inmobiliario no se estaría dando por vencido, sobre todo, al tener en cuenta que uno de los funcionarios que se oponía férreamente a esta  “ocupación”, Osvaldo Pérez Hatoum (ex secretario de Desarrollo Urbano), ya no pertenece a la gestión. Evaluando también la ventaja que le pueden dar sus estrechos vínculos con miembros que son parte de los “halcones” que flanquean al intendente, y la posible “deuda de favores” que tendría en su haber si es -como han señalado diversas fuentes a este medio- habría sido uno de los empresarios que “apoyó” la campaña para que la alianza gobernante se alce con el triunfo electoral en 2023. 

Sin dudas, la novela del inversor okupa y la abuelita octogenaria promete más capítulos.

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Los dos Fallos en contra de la abuelita Merro en los juicios de Usucapión: