Los vecinos pidieron la colocación de los reductores preocupados por los constantes accidentes producidos en esa intersección y el peligro que implica el exceso de velocidad con la que circulan en ambas arterias. “Es deber del municipio dar pronta respuesta al pedido de los vecinos y asegurar la circulación de los transeúntes llevando a cabo obras que eviten futuros accidentes”, se señala en la nota.
Pero la concejala Carola Laner (JxC) dijo que habría que analizar mejor ese pedido ya que “hay lugares que son conocidos por la inseguridad y la colocación de reductores complicaría la situación”.
De inmediato, el presidente del bloque de concejales del PJ, Gastón Etchepare, dijo que compartía la preocupación de la edil. Pero, al mismo tiempo, remarcó que lo que se busca es darles seguridad a las familias y a los niños ya que a una cuadra está el hospital Carrillo y pasan constantemente ambulancias. “Hay una calle que va en pendiente y hay muy poca visibilidad. El espíritu de esto tiene que ver con la seguridad vial”, sostuvo. Y remarcó que en la esquina del Cañaveral de Rívoli se instalaron mangrullos con juegos infantiles, hay una plaza y practican deportes.
Antes había semáforos en esa esquina pero quedaron fuera de servicio. Etchepare sostuvo que ya hubo accidentes en esa zona. Tras un breve cuarto intermedio, los ediles se pusieron de acuerdo en dejar en manos de las arreas municipales atinentes, como Tránsito, el análisis de alguna alternativa para que no circulen los vehículos a altas velocidades.