Vino de Córdoba a Concordia en búsqueda de trabajo: terminó en el Hogar de Tránsito municipal

En el Hogar conviven 23 personas, mujeres y varones, con diferentes problemáticas. Y se encuentran con quienes están de paso por Concordia: ese es el caso del cordobés que ingresó anoche. “Nosotros actuamos en el momento, se les ayuda, se le da una asistencia y la posibilidad de una reinserción. Algunos quieren volver a su provincia porque no encuentran lo que vienen a buscar y otras personas que se quedan en Concordia. Eligen quedarse en Concordia”, remarcó.

En el caso de quien ingresó anoche al Hogar, como en otros similares, se registra entre quienes vienen atraídos por la posibilidad de poder conseguir un empleo en la cosecha de arándano. Incluso, son tentados por intermediarios. Pero, cuando llegan, se encuentran con que lo que le prometieron no coincide lo existente realmente.

Castillo sostuvo que en el Hogar han logrado sacar a la mayoría de las personas de la calle. De hecho, remarcó que en los tres años que estuvo trabajando, pudo revertir el triste paisaje, para quienes recorrían el centro o la plaza, de ver gente durmiendo en colchones en la plaza 25 de Mayo o en la zona céntrica. “Hoy eso no se ve”, recalcó.

No obstante, aún se siguen observando a personas que se resisten a ser alojados en el hogar y prefieren permanecer, aún en noches de frio extremo, en la calle. Por ejemplo, es el caso de tres hermanos adultos que suelen estar juntos y rondan la zona del antiguo Salón de las Américas y la Plazoleta Rural. Castillo sostuvo que, en esos casos, se les brinda asistencia, aunque esta excluye la entrega de colchones para “que la persona se tape o duerma tirado”. En el Hogar los conocen desde hace años y saben que son renuentes a dormir allí.

También está el caso de “Monedita”, quien siempre está en calle Vélez Sarsfield y Concejal Veiga o Ituzaingó. “Siempre andamos atrás de él; es uno de los casos de vieja data acá en Concordia”, indicó. A otros que pernoctaban a cielo abierto como la persona que dormía en Tavella y Moulins, o a quien permanecía en Sarmiento a la altura de la Ex estación Concordia Norte, los han podido reinsertar. Pero no lo han logrado con “Monedita”. Al menos, cuando hacer frio, se sube sin inconvenientes al auto que lo lleva hasta el Hogar. En ocasiones, es internado en el servicio de Salud Mental en el Heras, pero por espacio de 10 o 15 días.

Además de asistir a personas en situación de calle, al Hogar llegan chicos de 18 años que salen del Copnaf y no tienen familiares. “Ahí estamos nosotros”, dijo. “El Hogar trabaja todo el año, no solamente los meses de frío”, aclaró.

También están quienes padecen dependencia a las drogas y son excluidos por sus familiares o quienes fueron expulsados por violencia doméstica o de género. En el segundo caso, son siempre hombres que son excluidos por 180 días de sus hogares. Pero, en casos de violencia doméstica, también hay mujeres a quienes se las margina de sus casas. Por ejemplo, una hija que reaccionó violentamente contra su madre.

En el Hogar pueden ingresar a las 19 para pasar la noche y al día siguiente se les da un desayuno a las 8:15 de la mañana. “No podés sacar una persona que no tiene donde ir a las siete de la mañana”, remarcó. Castillo dijo que a quienes no tienen trabajo, se les intenta seguir uno, pero no es una tarea fácil en estos momentos.

“Trabajamos en red con los hospitales Masvernat y el Heras y con la Asistencia Pública, el tema salud, el tema de los DNI que por ahí no los tienen”, dijo. También trabajan con la Fundación Cinco Panes y la Casa de Lázaro, otros lugares donde pueden “pasar la noche sin necesidad de pasar frio”.

La recomendación de Castillo es que quienes encuentran a una persona en situación de calle en horas de la noche, llamen a una ambulancia para que controle el estado de salud. “A veces te llaman a as 12 de la noche, llegas y están descompuestos. Primero hay que llamar a la Policía y a la ambulancia”, remarcó.