Carolina Amiano, concejal del Partido Justicialista, explicó las gestiones que realizó en torno a la regularización de la biblioteca: “El año pasado, se logró destrabar un tema no menor, que era la personería jurídica de la biblioteca. Trabajé en eso por pedido del ex gobernador Gustavo Bordet. Había varios inconvenientes, pero logramos que se reúna la comisión directiva y se voten a las nuevas autoridades. Sin embargo, la biblioteca sigue cerrada porque el edificio no está en condiciones de recibir al público.”
“El piso está hundido, los laterales están caídos, los libros se encuentran en una situación precaria. No se puede abrir al público en este estado», detalló la concejala dando cuenta que los problemas edilicios que enfrenta la biblioteca son muchos y de variada gravedad.
La biblioteca con su fachada intacta, tiempo antes de que se construyeran los edificios linderos
Amiano también subrayó que la inspección fue convocada por el Concejo Deliberante, le cual le solicitó al Poder Ejecutivo municipal que, a través del Consejo Asesor de Preservación de Patrimonio (CAP), evalúe en profundidad el estado del edificio: “Luego de esta inspección, se hará un informe firmado por ingenieros, ya que la Comisión de la Biblioteca hoy no tiene los fondos para contratar uno. Ese informe será fundamental para definir cómo proceder en conjunto con la Comisión, y a partir de ahí, ver cómo podemos gestionar los fondos necesarios para reparar el edificio.”
La histórica institución, fundada en 1872 por Olegario Víctor Andrade, con el apoyo de los próceres Nicolás Avellaneda y Domingo Faustino Sarmiento, alberga ejemplares únicos. Su cierre prolongado no solo afecta el acceso al conocimiento, sino que también genera incertidumbre sobre las condiciones de la estructura, que ha sufrido daños debido a las construcciones vecinas. Actualmente, la biblioteca permanece prácticamente cerrada al público, funcionando solo unas pocas horas a la semana.
