No importó nada. El antiperonismo y el antikirchnerismo fueron más fuertes que todo. No importó el miedo ni la incertidumbre. No importó si las candidaturas se negociaban por sexo o por dinero, ni los insultos a la máxima autoridad de la iglesia católica o a los bronces que despiertan pasiones. Menos todavía a los que solo opinan distinto. No importaron las amenazas de cortar cabezas a troche y moche ni las de cortar relaciones económicas anteponiendo la ideología. Ni la reivindicación ni la justificación a los asesinos, torturadores y ladrones de infantes. Ni las metáforas enfermizas de pedofilia. No importó su corte de frikis que proponen cambiar Educación Sexual por porno y meta paja; contratos de renuncia o aceptación voluntaria de la paternidad, ni tributos a los Falcons verdes, ni perros que hablan desde el más allá despertando epifanías. No importó que se haya puesto en acción la campaña más impresionante de las fuerzas vivas de una sociedad (Empresarios y sectores económicos, líderes comunitarios, instituciones educativas, ONGs, líderes religiosos, científicos e intelectuales, líderes políticos, etc.) contra los profetas del odio, el individualismo extremo y la estupidez. No importó la extravagancia, ni la vulgaridad, ni las contradicciones, ni la ignorancia, ni la locura, ni lo bizarro, ni lo vulgar, ni lo cruel ni lo brutal, ni los puritos a último momento de los mismos medios de comunicación que te suben al podio y después te bajan al peor de los infiernos. No importó tampoco si lo que hasta ayer era parte de “la casta” después resultó que sólo era caspa…
A veces todo era tan delirante que parecía que se estaban boicoteando, que pintaban quedar conformes con ser “la oposición”…
No importó absolutamente nada.
El boleto ya estaba picado.
Apareció el candidato, un roto para los descosidos, y los menos – entre ingenuos, incrédulos y negadores- creyeron que sería otra anomalía del sistema que pronto sería solucionada.
El hartazgo, el asco y la bronca fueron más fuertes… Siempre se habla de la milagrosa fuerza del amor, pero el odio es un sentimiento subestimado.
Un odio que viene de todos los tiempos, pero que se fue engordando e idiotizando frente a las pantallas -sobre todo- durante el aislamiento. Porque apenas se retomó la esperanza de un nuevo gobierno, la peste nos mandó a vivir en penitencia. Mientras los pibes vivían sus años felices -y sus penas- vía streaming, “la casta” (la peronista que es injustamente la única que cuenta) estaba en Disney, sonriendo para las fotos, moviéndose de aquí para allá, calzando pantalones chupines a la moda, festejando cumpleaños, acomodándose en la fila para las vacunas y poniendo los deditos en V como en un movimiento autómata…
Mientras algunos morían aislados en la terapia intensiva del hospital y eran enterrados en soledad, funcionarios públicos eran derivados para curarse en sanatorios privados de CABA; mientras unos se perdían viajes de estudio, colaciones, recepciones, cumpleaños de quince, otros se sacaban fotitos en reuniones prohibidas (también con los dedos en V como autómatas)…
Y más tarde, cuando en vez de salir mejores, permanecimos indefensos ante la gula de las corporaciones que salieron a recuperar prontamente las ganancias pérdidas durante la pandemia a costa de una inflación galopante, otros se asignaron dietas de un palo y medio más dos palitos extras para repartir entre cortesanos y cortesanas.
Y ahora, si bien casi todo el mundo anda ensimismado corriendo detrás del peso, nadie se perdió ver de refilón el patético culebrón de traiciones, roscas y zancadillas por una candidatura, por un cargo, por un puesto.
El boleto estaba picado.
La noche de la consagración del Rey León no se escucharon cánticos festivos, sino gritos de guerra: “La casta tiene miedo” y “Que se vayan todos”. Cuando terminó de hablar, de fondo sonó un himno de fines de los noventas: “Se viene el estallido”, de la Bersuit con la intención de reeditar o reversionar la crisis social, económica y política del 2001.
El Rey León -ni siquiera un puma al menos para que parezca más autóctono-, gruñó impiedad para aquellos que se opongan al cambio que llega bendecido por “las fuerzas del cielo”.
“… Sabemos que hay gente que se va a resistir, sabemos que hay gente que quiere mantener este sistema de privilegios para algunos y que empobrece a la mayoría de los argentinos. A todos ellos quiero decirles lo siguiente: dentro de la ley todo, fuera de la ley nada. En esta nueva Argentina no hay lugar para los violentos, no hay lugar para los que violan la ley para defender sus privilegios. Vamos a ser implacables con aquellos que quieran utilizar la fuerza para defender sus privilegios”.
Este lunes, por la mañana, en su primera entrevista como presidente electo, a referirse a las eventuales protestas contra las medidas de ajuste, el Rey León amenazó:
«El Estado se encarga de la seguridad y la justicia. Cuando hay un delito, se lo reprime. Ayer dije que fuera de la ley, nada. Acá la ley se va a cumplir.”
¿Sabrá distinguir el Rey León a la hora de sacar sus garras y mostrar sus fauces entre esa línea difusa que confunde “privilegios” con derechos, necesidades y urgencias? ¿Le importará?
También este lunes, en el día de la Soberanía Nacional, el día después del balotaje, en su primera entrevista como presidente electo, repitió casi palabra por palabra -sin furcios- el mismo anuncio que alguna vez hizo el ex ministro de Obras Públicas menemista Roberto Dromi:
– “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”.
Civilización y Barbarie, Martínez de Hoz, Massera, Tacher, Dromi, Macri… Demasiadas coincidencias como para no sospechar que se anuncia otra tragedia.
¿Pero a quién le importa hoy si la tierra es plana o redonda?
“La gente” quería un cambio como lo quiso en 1983, 1989, 1999, 2003, 2015 ó 2019. Un cambio siempre promete cierta idea de esperanza, aunque se trate de una palabra vacía, una idea abstracta, una representación mental que puede ir variando. A veces toma un rumbo hacia cierta dirección, a veces en otra…Hoy es esto.
Es cuestión de esperar hasta que la insatisfacción generalizada pida el cambio de nuevo y quién sabe para dónde saldrá el tiro.
Guillermo FR
Señora Lola. Bien, si solo nos vamos a fijar en un error gramatical…, que de por cierto es grave y no lo vi a la hora de presionar el botón de enviar. Sepa ud. que de patriotismo entiendo bien, o lo suficiente como para amar la bandera de mi País y todo lo que ello representa y siempre tratare de llevarla en lo mas alto. Sepa ud. también que no me dejo llevar por los medios, de ninguna manera, porque se que cada uno tira para su lado, y hay mucha «parcialidad» en varioooos periodistas o gente que se cree «periodista». Sepa también que estoy todo el día informado, porque es una sana costumbre (aunque en los tiempos que corren ya no es sano leer noticias..), le decía es una sana costumbre que adquirí desde muy chico: La lectura y el estar informado, pero no por un solo medio sino por varios: radio, prensa escrita, medios digitales, etc, etc, Por otro lado no me olvido la historia, por eso quiero y deseo buenos y mejores aires para esta querida nación. Y creo que ud también la quiere. Pero mi diferencia es que me canse de: la prepotencia, el uso de los pobres, el cobro exultante de impuestos a veces irrisorios, las coimas, la inflación descontrolada, las mentiras, la ciega y desmedida ambición de permanencia eterna en el poder. Tenga ud buenas tardes.
HUGO
¿Como? No era que Massa estaba tan preocupado por la gente, que repartió tantos beneficios para la gente antes del Ballotage. ¿Y ahora? DESAPARECIÓ!! Igual que Alberto y Cristina. Piensen, argentinos votantes, en manos de quien estábamos, que preocupados que estaban por nosotros.
Lola
Señor Guillermo FR, se escribe «iba», es bastante grosero su error gramatical, como también, lo poco que entiende de política nacional, y patriotismo. También da la impresión de ver torcido lo sucedido, en el tiempo, pues siempre con los Conservadores ladrones, les hacen creer, clarín por ejemplo,TN, que los que roban son los Peronistas. Nada más mentiroso. Sería bueno, se informe mejor, razone mejor y no olvidé la historia. Y por otra parte un Radicalismo que fue destruido, disgregado, pisoteado hasta su desaparicion, desde Gualeguaychú. Esto da como resultado el viejo dicho de «Divide y Gobernaras».
Guillermo FR
En respuesta al Sr. Juan Cruz, tengo 47 años, razón por la cual nací en plena dictadura, es mas.. Nací el 16 de Septiembre, cuando yo estaba naciendo acá, en Concordia, en Buenos Aires daba inicio a la cruel y horrenda «Noche de los Lapices», así que fíjese si transite la dictadura… AMO Demasiado a mi Pais, al igual que ud. A mi me da mucha tristeza y profundo dolor el estado en que el desGobierno al cual usted defiende ha dejado al país.. y no acepto un «ahhh, pero Macri..», porque ese si es un «cliche vaciado/vacio de significación». Votaron a una persona que es el actual ministro de economía, ni mas ni menos.. y se pensaban que hiba ha hacer mejores cosas que las que hizo ahora…. Bueno, quizás si, porque hasta ahora lo había utilizado para campaña: regalo «platita» a troche y moche, sin ton ni zon. Un país entero, mas del 50% le dijo que no a esto.. (hasta en nuestras amadas Islas Malvinas) Y fíjese.. esa misma noche que perdió, ya se quería bajar del barco…. Que lindo candidato… Tengo familiares que se tuvieron que ir del pais, por este desGobierno que por suerte se acaba, estoy sin trabajo, por este desGobierno, le parece poco? TIRANIA, REPRESION, y demas.. no le parece demasiado…..?? Y no soy ni Vendepatria, ni mucho menos Fascista. Busque, Busco y Buscare un Pais igual para todos, TODOS, y un futuro INMENSAMENTE MEJOR que el que se plantea. Le estaban complicado el futuro a mis hijos… Le parece poco que busque un cambio radical…? Buenas Tardes.
Juan Cruz
No sé qué edad tendrá el lector Guillermo FR; quizá sea muy joven y no vivió la última dictadura ni la etapa menemista, pero sí vivió la etapa del macrismo. Le digo, ante su cliché ya vaciado de significación de «campaña del miedo», que sí, da miedo que Milei ponga en la licuadora: dictadura, más menemismo, más macrismo y salga un nuevo producto de todo eso. Quizá son diferentes formas de ver el país, pero no es campaña del miedo, sino realidad pura, teniendo en cuenta todo lo que hará. Quizá amo demasiado a mi país y por eso me duele que entregue el patrimonio nacional, que quiera instaurar una tiranía, como dijo Villarruel, que persiga, que reprima. Y, quizá, soy muy democrático. Y si soy argentino y democrático, obviamente, nunca habrá coincidencia con vendepatrias y fascitas.
mabel
Argentina acaba de pegarse un tiro en el pié.
Guillermo FR
Seguimos con la campaña del miedo.? Seguimos destilando odio? Hasta en las Islas Malvinas perdió el Sr. Massa.. O sea… Después de todo eso siguen con la venda en los ojos? Un País entero, todo un país o casi todo bueno, elijio un viento de cambio harto de toda esta mugre. Los cambios son y pueden ser difíciles, pero son sumamente importantes de hacerlo. Sumen… No resten… O pido demasiado……?
Juan
Cómo duele. Jajaja. No piensan que hicieron todo mal?
Horacio
Si Fosforito, pero para ATRÁS. Ignorancia y el Flautista de Hamelín.